Fisioterapia del Síndrome de Dolor Miofascial: Presentación


En Tarso Fisioterapia & Podología somos una de las clínicas pioneras de Murcia en el tratamiento del Síndrome de Dolor Miofascial (SDM de aqui en adelante), también llamado Puntos Gatillo.Por este motivo, queremos haceros una pequeña introducción acerca de en qué consiste dicha patología y diferentes formas de tratamiento.

Desde aqui quiero agradecer a Orlando Mayoral su dedicación y profesionalidad con las cuales nos formó a un gran grupo de fisioterapeutas de toda España en la sede de Toledo, allá por el año 2006.

Se denomina SDM  al conjunto de signos y síntomas que son producidos por los puntos gatillo miofasciales (en adelante PGM); esto nos lleva a tener que definir lo que es un PGM, ya que va  ser sin duda el protagonista principal de este asunto; podemos definir un PGM como un foco hipersensible o hiperirritable que se encuentra dentro de una banda tensa de un músculo esquelético. Una de las características principales y gracias a la cual podemos localizar un PGM es que siempre es doloroso a la presión y a veces puede provocar dolor en otras partes del cuerpo (dolor referido) así como disfunciones en la actividad muscular. En la práctica clínica esto quiere decir en un paciente que nos viene a la consulta y nos explica que tiene un dolor más o menos intenso, que no desaparece con el tiempo , y que en cuya exploración nos encontramos con un punto doloroso cuya presión provoca dolor local y además provoca un dolor referido que el paciente reconoce como suyo y lo identifica perfectamente como “ese es el dolor que tengo”, podemos sospechar de la presencia de un PGM.

 

Los PGM tienen una serie de características clínicas que nos ayudan a identificarlos como tal y diferenciarlos de otros tipos de patología muscular:

  • Son zonas de contracción mantenida de las sarcómeras (unidad contráctil) que forman la fibra muscular, dando lugar a unos nódulos localizados dentro de una banda tensa a lo largo del músculo.
  • La compresión de estos nódulos con nuestros dedos produce un dolor exquisito y, en la mayoría de los casos, alteración de la sensibilidad. El dolor será tanto puntual en la zona de palpación como referido, es decir, a cierta distancia del PGM y con un patrón característico en cada músculo. El paciente suele reconocer este dolor provocado como su dolor.
PGM del músculo infraespinoso y patrón de dolor referido típico.
PGM del glúteo menor y trapecio con sus patrones de dolor respectivos
  • Cuando la banda tensa es pinzada o realizamos una especie de “rasgado” sobre ella con el pulpejo de los dedos, se produce, aunque a veces es difícil de apreciar visualmente, una respuesta de espasmo local (REL).
  • Habitualmente el estiramiento completo del músculo está limitado por ser doloroso, al igual que su contracción.
  • Suele existir debilidad muscular.

 

Los PGM se pueden clasificar como activos, que son dolorosos sin necesidad de estimularlos mediante la compresión, y latentes que, pudiendo presentar todas las características anteriores, están “clínicamente dormidos”, es decir, que sólo duelen cuando son palpados.
Según su situación dentro del músculo pueden ser centrales, que se localizan en el vientre muscular, e insercionales, localizados en su inserción.
También existen PG claves, responsables de la actividad de uno o más PG denominados satélites. La inactivación de un PG clave inactivará los satélites sin necesidad de tratarlos directamente.
Respecto al tratamiento de los PGM, sin duda la parte más espectacular, entraremos en profundidad en la próxima entrada.